viernes, 17 de marzo de 2017

El cuerpo se hace a todo

Has leído que el chocolate con un alto porcentaje de cacao es más sano. Compras uno del 82%, pruebas: “Dios, qué amargo. ¿A quién le puede gustar esto? paso”.



Te encanta ir a la moda, y ahora la moda es ser “fit” y “healthy” así que decides serlo tú también. Esta noche de cena, merluza y calabacín a la plancha. A la mitad del plato: “Joder, que soso. ¿Quién come esto dos días seguidos? DAME MI CROQUETAS”.

Alguien te ha dicho que el cacao puro sin azúcar es mejor que el medio bote de colacao que echas a la leche por las mañanas (y, a veces, por las tardes. Y alguna noche antes de dormir…). Lo pruebas: “AGGG, esto no hay quién se lo beba. ¿DÓNDE ESTÁ MI COLACAO?”



Por qué probar algo más de una vez si la primera no te convenció, ¿verdad?

Sin embargo,  no te veo dejando de tomar cerveza, aunque cada vez que te tomas la primera el sabor no es precisamente cautivador (los que la toman dicen que el primer sorbo está malo, amargo. Yo no lo sé porque en mis 26 años no la he probado. Y aquí sigo por cierto, viva y coleando).

Ni te veo huyendo del amigo del sábado que te propone tomar una copa, aunque tu expresión al tomar el primer sorbo sea la de un mono comiendo limones: “uff, está cargadito el ron-cola”.

¿POR QUÉ?
Quizá porque mola más ser socialmente aceptado que saludablemente vivo. O por desinformación, o por pereza,… o porque somos un poco monguers, no sé.

De verdad, no es fácil comenzar con unos hábitos saludables, es cierto. Pero merece MUCHO la pena.
Los primeros días tomando verdura vas a soñar que te crece un brócoli en la oreja. Después tomo el mundo va a querer probar tu hamburguesa de garbanzos y espinacas, ¡suena gourmet!

Terminarás amando el chocolate amargo, e incluso te envalentonarás y probarás el 99% cacao. (que yo sigo sin poder tragar, soy humana a pesar de mis intentos xD).

Y, un día, te horrorizarás recordando la cantidad de colacao / nesquick que tomabas cada día. (que no quiere decir que un día, porque sí, porque te apetece, no puedas tomarte uno).

Pequeños cambios en la vida diaria pueden proporcionarte un gran cambio en tu salud, en tu físico, en todo.

Aunque pienses lo contrario. Aunque creas que nada va a cambiar si tomas menos productos y más ALIMENTOS. Aunque seas de esos que aseguran que no te vas a morir por desayunar colacao, merendar galletas y zumo y cenar un cruasán relleno de bacon (igual que esos fumadores que no creen que vayan a morir por “fumar un poco”. Dios mío…).


Cambia todo, vaya si cambia. Anímate, ¡el que no arriesga no gana!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión siempre es interesante, ¡compártela!