miércoles, 26 de noviembre de 2014

Mi primer momentazo del día: El desayuno

Sinceramente, desde mi llegada al sur, mi desayuno favorito es una tostada de pan integral (de trigo, avena, centeno, espelta… siempre estoy probando alguno nuevo) con un hilo de aceite de oliva virgen extra intenso. A esto le añado una fruta y un vaso de leche a la temperatura de fusión del acero, “cortada” con una pizca de cacao y… Ya puedo sonreír sea lunes, martes, o sábado de madrugar.

¿Y tú, qué desayunas? Cada vez está menos claro si desayunar es bueno/malo/regular/noinfluyeennada. No hay pautas concretas (ni comprobadas) de lo que es mejor o peor desayunar, así que, como para todo, lo mejor debe ser utilizar la lógica. En este respecto, la lógica que me llega a mí a la hora del desayuno es: Salud, energía y disfrute. ¿Y en qué se traduce esto en un desayuno? Os explicaré mi parecer:

1.Salud: Nadie te puede decir cuál es el producto estrella en un desayuno. Hay mil variaciones posibles y todas muy sanas. Pero sí puedo decirte las que para nada son recomendables: bollería industrial (esto incluye las “inocentes” galletas “María”) y los cereales refinados (me da igual que ponga: light, sveltess, fitness…lo que quieras).
http://blogs.20minutos.es/el-nutricionista-de-la-general/2013/08/12/hay-un-desayuno-ideal/
Desayuna una tostada, un bocadillo, un pincho de tortilla, una ensalada,… lo que quieras, pero que sea lógicamente sano.

2.Energía: Personalmente, yo NECESITO desayunar. Quizá sea algo ya psicológico, pero si pasa más de una hora entre que me levanto y desayuno, empieza a establecerse en mi cuerpo un estado de “malestar general” y una mala leche que no me gusta nada… Por eso, yo necesito energía mañanera.
Pero la energía no te la da la montaña de azúcar que añades al café o los productos superfluos (bollería industrial, cocacola (sí, hay gente que por desgracia desayuna con esta guarrería). La energía real y saludable te la dan los cereales integrales, la fruta, las proteínas y las grasas saludables. Todo en su justa medida hará que, yo al menos, pueda darlo todo durante la jornada. Hablando de jornadas, no necesitarás desayunar lo mismo si vas a estar 8 horas sentado en una oficina que si vas a correr una maratón (lógica pura y dura). Sé consciente de lo que tu cuerpo va a consumir.

3.Disfrute: Vamos a ver, empezar el día de mala gana no creo que le guste a nadie, por lo que un desayuno desagradable no me parece una buena idea. Como he dicho al principio del post, yo he encontrado mi desayuno perfecto (igual dentro de X tiempo cambio de opciones, hoy por hoy me parece la panacea).
Así que ya sabes, comer sano (desayunar en este caso) no tiene por qué ser aburrido, repetitivo ni insípido. Busca, prueba, innova, encuentra ese primer momento del día que, como a mí, te de la chispa para afrontar la jornada con una sonrisa y la tripa llena y alegremente saludable.

Gracias por leernos, Nutrientérate.
(Laura Massía)

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